
Francamente, concuerdo con el planteamiento. La
originalidad si la entendemos como lo jamás contado o dicho, creo que ya no
existe. Por mi parte, lo que trato es de escribir las historias tal como las
veo desde mi punto de vista; como las siento, o como me gustaría que fueran.
No hay libro
más emblemático sobre el amor que Romeo y Julieta, una frase preciosa de
Shakespeare dice: “No sé si mi mano podrá expresar lo que mi corazón siente.” ¿Qué concepto del amor reflejan tus novelas?
Quienes
conocen mi obra saben que sobre el amor, entendido como tema central, no
escribo nunca. Sin embargo, no hay nada salido de mi pluma que no lo incluya, sean
novelas, poemas o cuentos. El amor en mi obra es el hilo conductor, la
motivación a veces, otras, el complemento. Puede ser amor de pareja, por los
semejantes, por los niños, pero siempre está presente.
¿Te gusta el
cine? Hay una escena en V de Vendeta donde el personaje principal dice: “Hay
una cara bajo esta máscara pero no soy yo. No soy esa cara más de lo que soy los
músculos debajo de ella o los huesos de más abajo.” ¿Puedes decirme cuanto de
tu persona hay tus novelas?
Mucho. No únicamente
respecto de experiencias personales, pero definitivamente sí en cuanto a lo que
haría en ciertas circunstancias o en como me hubiera gustado realizar ciertas
cosas. Incluso, a veces me reflejo en una vida que me hubiese gustado vivir.
Sobre todo, mis personajes muestran lo que es mi pensamiento e inquietudes,
especialmente en temas de índole social.
Los personajes
masculinos son todo un reto, cómo reflejar el pensamiento masculino en una
novela, Carmen Maura en Mujeres al borde de un ataque de nervios, decía: “Es
más fácil aprender mecánica que psicología masculina. Una moto puedes llegar a
conocerla, a un hombre jamás.” ¿Cómo diseñas los hombres de tus novelas?
Yo no creo que
sea difícil conocer a los hombres En eso
no concuerdo con Carmen Maura, (en todo caso, las mujeres somos más complejas).
Los diseño seguramente como los he
conocido, que he tenido la suerte de que en mi entorno siempre hayan sido
buenas personas, pero también soy capaz de describirlos malos, egoístas,
viciosos, delincuentes. Los ejemplos están en mis libros. No todo es cuestión
de experiencias personales, también lo es de percepción, e incluso, de información.
Seguro alguna
vez escuchaste esto: “Las monjas también pueden colgar los hábitos... o
levantárselos.” Es una linda excusa para preguntarte, ¿cómo ves el erotismo de
las novelas románticas?
Perfectamente
natural, como puedo verlo en el cine, o incluso, experimentarlo. Lo que me
desagrada de la última literatura respecto a este tema, es la tendencia generalizada
que hay en colocar a la mujer en situación de minusvalía y sometimiento frente
al hombre duro y a veces violento,
haciéndola incluso enamorarse de quien la raptó o la violó; en muchos casos,
aún siendo menor de edad, máxime, en una época en que tanto se lucha contra la
violencia de género, y cuando muchos hemos abanderado, aunque sea dese la humilde
frontera de una página de Internet, una batalla frontal contra el machismo
exacerbado, y por abrirle los ojos a tantas mujeres que ni siquiera saben que
tiene derechos, o que son incapaces de hacerlos valer.
“Codiciamos lo
que vemos cada día.” ¿Qué meta te has propuesta como escritora? ¿A quién
admiras?, en definitiva: ¿qué codicias cada día como autora?
Señalar a
quien admiró como escritor-a, sería
cuento de nunca acabar. Son muchos autores y variados estilos, aunque los temas
históricos, políticos, religiosos, me fascinan. En lo personal, imagino que
como cualquiera, que mis libros se lean. Sin embargo, me falta por escribir “el
libro”, el que en mis sueños creo que merezco escribir. Es más, aún no he puesto el dedo en el renglón sobre el
tema.
Cómo autora
seguro estás en contacto con nuevas autoras que preguntan y se interesan por tu
tarea. “No conseguirás conmover otros corazones si del corazón nada te sale.”
Decía el Fausto de Goethe. ¿Qué le dices a una autora novata, qué consejos le
das?
Yo misma me considero una escritora novata. Pero
puesta a aconsejar, le diría que escriba lo que le sale del alma; muy especialmente,
que no imite a nadie, ni siga modas o tendencias. Eso es lo peor que puede
hacer un escritor, y que si por razones económicas se ve forzada a hacerlo, lo
cual es muy válido y respetable, que escriba
con seudónimo, reservando su nombre para lo que su corazón e instintos tengan
planeado hacer, aunque tarde mucho en lograrlo.
Gracias por responder y no olvides: “Hay besos que
producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca, tú los conoces bien son
besos míos inventados por mí, para tu boca, mi querida lectora.”
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